Omnicanalidad

septiembre 30, 2016/PUBLICADO POR /0 Comentarios

Comenzamos, como en otras ocasiones, definiendo qué es la “Omnicanalidad”, una palabra muy recurrente en la actualidad.

La Omnicanalidad es un modelo de negocio que las empresas emplean para aumentar y mejorar la experiencia de cliente. Las empresas que utilizan la Omnicanalidad como herramienta de mejora sostienen que el cliente valora y apremia la capacidad que estas entidades poseen para hacer un uso integrado y en un mismo momento de todas aquellas vías de comunicación que están a su alcance.

Ser omnicanal implica brindar una experiencia de calidad más allá de la vía de contacto elegida por el cliente, lograr que los canales para comunicarse mantengan una simpleza y una transparencia durante su utilización y unificar los criterios de resolución adaptándose a las demandas de los clientes. (Luxor Technologies)

 

El cliente ya no es multicanal, es omnicanal

Omnicanalidad io-siscom

Hablar de omnicanalidad es hablar de estrategia y, en concreto, de estrategia de gestión de clientes.

La Omnicanalidad está dirigida y enfocada al desarrollo de un proceso de venta integrado, en el que las barreras que separan el comercio online del offline desaparecen para poder cohesionarse, mejorando así la experiencia de cliente y ofreciendo un servicio completo, un servicio 360º, aplicable a cualquier sector. La ventaja de este método hace que, hoy en día, resulte imprescindible hacer uso de la Omnicanalidad.

En la actualidad, disponemos de cuantiosos canales de comunicación que hacen que los consumidores, los clientes y los usuarios no hagan distinción entre estas vías de comunicación. Nos encontramos ante un contexto comunicativo en el que se piensa de un modo más holístico e integrador.

Es por ello que, cuando una compañía decide poner en marcha una campaña de marketing, debe tener en cuenta las ventajas de las que dispone si opta por una estrategia integrativa en la que los mensajes hacen uso de todos los canales y se muestran de una manera más ordenada, coherente y cohesionadora.

Un buen punto de partida para poner en marcha la omnicanalidad es la creación o la renovación de la página web. En ella, se deben unificar los criterios y ofrecer la misma información concreta y precisa desde todos los canales empleados por la compañía.

Se trata de ofrecer la información empleando todos los canales y dispositivos a nuestro alcance: atender al diseño responsive, atender a la coherencia y consistencia de los mensajes trasmitidos (tanto en redes sociales como en la web), atender a la publicidad gráfica que nos facilita la trasmisión del mensaje con un sólo vistazo y/o atender al correcto desarrollo de las aplicaciones nativas, entre otros factores a tener en cuenta.

Por tanto, la omnicanalidad incide y se vale de la capacidad de respuesta que posee una entidad, del ejercicio del trato personalizado con el cliente, el consumidor o el usuario y/o del mantenimiento flexible, integrador y continuo con su marca.

Un consumidor espera tener una experiencia de cliente satisfactoria, obteniendo una información sin fisuras, es decir una comunicación fluida y coherente expresada a través de todos sus canales comerciales y de sus canales de atención al cliente.

Nuestra misión es ofrecer a las empresas y a sus marcar una estrategia multicanal que aúne el mundo online y el mundo offline. Para ello, creamos un mensaje único, coherente y consistente que nos permite trasmitir nuestro mensaje, previamente definido, a través de las diferentes plataformas de difusión: sitios web, blogs, perfiles en las distintas redes sociales, campañas gráficas, publicidad, etc.

La omnicanalidad se ha convertido ya en una necesidad de aquellas marcas que persiguen tener éxito.

 


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