¿Cómo influye la Identidad Visual en la experiencia de cliente?

marzo 16, 2015/PUBLICADO POR /1 Comentario

Una identidad visual bien construida asegura coherencia e integridad de marca y es la primera Experiencia de Cliente.

Por ello, las grandes marcas son extraordinariamente celosas de su identidad visual, de su correcta aplicación en cualquier soporte o medio.

Lo que comunicamos, “nuestro posicionamiento o promesa de marca”, es nuestro compromiso con el cliente. Es lo que debe encontrar cada vez que entre en contacto con nosotros. Ya sea visitar nuestra tienda o nuestra web, hacer un pedido o reclamar una factura. La Marca fija expectativas en las mentes de quienes acuden a nosotros: ¿Qué puedo esperar de esta Marca?.

La Marca no debe expresar lo que queremos ser. La Marca expresa lo que somos y, además, indica hacia dónde nos encaminamos; pero siempre debe partir de la realidad, de los momentos en que el cliente valida la promesa que le hemos hecho.

La satisfacción del cliente, sencillamente permite a las empresas estar en el mercado. Éstos se alejan sino se sienten satisfechos pero no nos premian por hacer aquello con lo que nos hemos comprometido. La falta de coherencia entre lo que decimos que somos y lo que somos, suele ser el síntoma de una empresa orientada exclusivamente a la venta, no al cuidado de la relación con el cliente. Simplemente necesita vender por encima de todo.

La coherencia en la aplicación de la identidad visual de la marca es reconocida por los compradores como un signo de madurez y profesionalidad.

Hoy por hoy, una empresa orientada únicamente a la venta no tiene futuro. Vender es el final de un proceso donde intervienen diferentes factores: una identidad visual ordenada y coherente, un adecuado diseño del producto, contar con buenos profesionales, un modelo productivo de calidad, una estrategia de distribución sólida… En suma, todo aquello que nos hace únicos y diferentes está siempre un paso por delante de la venta. Vender es la consecuencia de la relación que mantenemos con nuestros clientes y con el mercado y, como en las relaciones humanas, ésta se basa en la confianza, en no defraudar a nuestros clientes. Aquí tenéis un enlace de Puro Marketing donde se analiza la relación entre marca y experiencia de cliente.

La identidad visual de una marca refleja el grado de madurez de la compañía, esto influye directamente en la percepción que el cliente tiene de nosotros.

Algunas empresas, sobre todo aquellas que no se han profesionalizado lo suficiente, suelen situar al cliente al final del proceso. Desde esta perspectiva, se capta al cliente de cualquier manera para llevarle al momento de la venta. No hay, habitualmente, valores de marca diferenciales. El precio determina la relación y la satisfacción del cliente: “cumplir con lo prometido” no suele ser una prioridad. Sin embargo, en los modelos de negocio que nacen desde una visión profesional de la empresa, el cliente se sitúa en el centro de la misma y todo gira a su alrededor, esto es una muestra de madurez de la compañía.

Ofrecer aquello que prometemos es la clave: ¿Quizá deberíamos reflexionar sobre qué compromiso estamos adquiriendo con los clientes? ¿Lo cumplimos o no? ¿Ofrecemos al cliente aquello que espera? En muchas ocasiones, sobre todo en empresas orientadas a la venta «sin más», se produce una distorsión entre lo que somos y el mensaje que lanzamos; lo que ellos esperan y lo que nosotros creemos que debemos ofrecer.

Consideraciones finales:

– El primer paso para construir una marca es asegurar que la identidad visual se corresponde con su estrategia.

– Una marca con un posicionamiento es una marca enfocada y eso queda reflejado en su identidad visual

Más del 80% de la información recibida que identificamos es visual. Si nuestra identidad visual está bien construida, es decir, connota aquello que queremos trasmitir, haremos que el cliente recuerde nuestra marca.

– Disponga de una Identidad Visual diferenciada y única, alineada con su marca y modelo de negocio.

Más del 75% de los compradores se guían por los códigos de color de las marcas para seleccionar el producto y estos códigos de color están representados en su identidad visual.

Asegure la coherencia e integridad de su identidad visual en todas las aplicaciones, medios y soportes.

Incremente la notoriedad y reputación de su marca con una identidad visual coherente, integradora y única.


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