Google Chrome acabará con las cookies de terceros en 2022

Google Chrome es el navegador por excelencia en los dispositivos con sistema Android y en prácticamente la mayoría de ordenadores de occidente, es el navegador con mayor cuota de mercado.

Google, quiere que Chrome sea más privado gracias al proyecto Privacy Sandbox.

Llevamos muchos meses escuchando sobre la desaparición de las cookies de terceros y de la importancia de encontrar un método alternativo para llegar a nuestros usuarios. Las cookies son archivos diminutos que envían los servidores web a los navegadores de los usuarios y que recogen información del comportamiento de navegación de los usuarios: qué ha buscado, información de los dispositivos con los que navega, datos demográficos y un largo etcétera.

Privacy Sandbox, es una iniciativa de Google que surgió hace ya más de un año con el objetivo de que los usuarios pudieran navegar de forma más privada por la red. El proyecto Privacy Sandbox de código abierto se anunció el pasado mes de agosto y, desde entonces, lo cierto es que no había hecho demasiado ruido.

Google no ha sido el primero en querer limitar la utilización de las cookies de terceros en sus sistemas. Es más, es de los últimos en sumarse a esta iniciativa. Safari (el principal navegador de Apple) y Mozilla Firefox ya lo hicieron entre 2017 y 2019, respectivamente. Los dos bloquean de forma predeterminada las cookies de terceros y es el usuario el que decide si desea aceptarlas, al contrario de lo que sucede con Chrome actualmente.

Qué son las cookies de terceros

Una cookie de terceros es un archivo que se descarga en el disco duro de un usuario desde un sitio web, pero que proviene de un dominio diferente al sitio web que el usuario está visitando. Por ejemplo, si visitamos una web de noticias, podría recibir en mi equipo cookies de ese mismo sitio web y otras cookies pertenecientes a Facebook, por ejemplo, a redes de publicidad, o incluso al propio Google.

Qué implica el bloqueo de cookies

A nivel usuario, nada solamente puede hacer algo incómoda la navegación. El gran problema y los grandes perjudicados son los anunciantes. La pérdida de las cookies de terceras partes reducirá la cantidad de datos que tienen a su disposición los anunciantes para segmentar su publicidad.

Es algo obvio, que la publicidad sólo funciona si apela al usuario y a sus intereses; es más probable que pinchemos en un anuncio de un tema que nos interesa, que en uno que no. Para saber eso, existen las cookies de terceros y las plataformas de publicidad, que rastrean y recopilan datos de navegación buscando patrones e intereses.

¿Este bloqueo de cookies de terceros mejorará la privacidad?

La respuesta es: depende.

Por una parte, es cierto que los servicios que dependen de estas cookies, no podrán seguir rastreándonos; pero por otra, eso puede obligar a tomar medidas más extremas e invasivas para sobrevivir.

Las cookies están en peligro y se avecina su desaparición.